En la entrada de hoy, voy a hablar sobre las familias de acogida .Hoy ha venido Vanesa, una socia, de la Asociación GAIA: “Asociación de familias de acogida de la provincia de Alicante”. Las familias de acogida es un término muy conocido, pero muchas veces, no conocemos el significado y la repercusión que estas tienen en el aula, así como nuestra labor como docentes en este ámbito.
Primero, voy a hablar un poco sobre lo que son las familias de acogida, los diferentes tipos de familia, y el cargo que estas tienen sobre los menores. Posteriormente, hablaremos de la repercusión educativa en lo que respecta a los docentes y a nuestra puesta en la práctica en el aula.
Las familias de acogida, son un recurso que se utiliza cuando un menor está en riesgo o tiene una carencia fuerte por parte de su familia biológica. Es aquí, cuando se separa al menor de su familia biológica, primero se intenta contactar con su núcleo familiar(tíos, hermanos, primos…), y si estos no le pueden cubrir las necesidades de las cuales el niño carece, se les busca una familia de acogida. Es muy importante saber, que las familias de acogida, son aquellas que el menor entra para irse en un periodo de tiempo, ya puede ser largo o corto, pero se vá.
Estas familias tienen una finalidad muy clara, es proporcionar a los menores un ambiente cálido, de confort, cubrir sus necesidades educativas, familiares y afectivas. Para desarrollar así del niño, una autoestima y un autoconcepto positivo, intentando que superen todas las situaciones negativas que anteriormente el niño ha pasado, y por las cuales, tiene una consecuencia negativa en la forma de ser del niño, porque su ámbito familiar ha estado lleno de experiencias negativas, que le han hecho en la mayoría de los casos, tener un autoconcepto negativo y malo de ellos mismos, como nos contaba hoy una madre de acogida que ha asistido a clase. Ella tiene dos niños acogidos, hermanos, de 6 y 7 años, y al principio los niños se comportan fatal, porque ellos mismos tienen el sentido de culpabilidad de que sus papás no les quieren porque ellos lo han hecho mal, es por esto, que mucha veces se portan fatal, porque piensan que lo correcto para ellos es estar abandonados, sin que nadie los quiera. Todo esto viene a causa del autoconcepto negativo que ellos tienen, porque es lo que han vivido en el entorno familiar biológico, ya que es el primer referente para ellos a la hora de tomar consciencia de su propio “yo”.
Por otra parte, para ser familia de acogida, es importante destacar, que no importa el estado civil en el que te encuentres, ni si eres una familia monoparental, homoxexual o heterosexual. Lo único que sí se tiene en cuenta es que en la familia:
- Dispongan de tiempo para la crianza del menor.
- Se encuentre en un entorno adecuado y óptimo para el buen desarrollo.
- Se tenga una estabilidad económica, donde le puedas proporcionar al niño unos servicios básicos, como la educación, sanidad y alimentación.
- Tener ganas de ser solidario con los menores, y ayudarles en todo lo necesario.
En las familias de acogida, existen diferentes tipos, según la situación de cada persona que quiera adoptar:
- Familias temporales: Son familias que acogen como máximo 2 años, más o menos.
- Familias permanentes: Son familias de larga duración. Los menores pueden estar 1, 8 o 14 años con ellos.
- Delegación de guarda: Estas familias, acogen a los niños en períodos de vacacionales, o los fines de semana, el resto de días están en el centro. Este tipo de familia, es muy importante, puesto que es muy positivo que los niños salgan y vean un referente de familia, aprendan a sociabilizarse y vena que existen otros tipos de familias.
- De urgencia: Son familias que están disponibles, al menos un miembro, las 24h, porque abarcan normalmente los casos de los menores comprendidos entre 0-6 años. El periodo de tiempo que están con estas familias es de más o menos 6 meses.
Después de estar con estas familias, o bien los niños pasan de nuevo a la familia biológica, (una vez que se haya trabajado con ella, y habiendo un seguimiento constante), o bien pasan a ser adoptados, según el caso. Normalmente, los niños comprendidos en una edad mayor de 8 años, tienen más dificultad a la hora de ser acogidos, porque llevan una carga emocional muy grande, y en muchas ocasiones es muy complicado trabajar con ellos.
Es importante destacar, que todas las familias tienen un técnico, que son su mano derecha, es decir, les ayuda a como enfocar diferentes aspectos académicos, psicológicos, les dan pautas a seguir en determinadas situaciones, y siempre está en contacto con la familia de acogida. Al igual, que las familias que acogen, tienen que tener claro, que siempre hay que hablarle con claridad a los niños de quién es su familia biológica y nunca hablarle mal de ella, no deben de acoger para sustituir una pérdida de un familiar, y han de tener motivación y capacidad educativa. Puesto que la familia, su objetivo principal, es que los niños sean felices, y éstos en la mayoría de los casos son felices viendo a su familia biológica, hay puntos de encuentro con un régimen de visitas, que se encuentran supervisadas y así los niños pueden ver a su familia biológica o a algún miembro relevante para él, y observar la evolución.
A grandes rasgos, se ha hablado un poco de todo lo que conlleva ser una familia de acogida, aunque es importante destacar, que la familia de acogida la asigna el estado,, según ellos consideren conveniente que se va a desarrollar un ambiente favorable para el niño y donde puede encajar mejor. Como bien podemos deducir, los menores que se encuentran en esta situación tienen un bagaje bastante grande, con conflictos internos, donde las experiencias vividas a lo largo de su vida y sus recuerdos son negativos. Tienen una idea de núcleo familiar desestructurada, no tienen normas, ni rutinas, ni tienen la base del afecto y la confianza, su autoconcepto está completamente hundido de manera negativa a lo que ellos son. Por ello, la familia de acogida tiene que hacer su parte, su compromiso, proporcionarles un ambiente confortador, donde se sientan seguros, hacerles ver que ellos sí que sirven y pueden alcanzar todo lo que se propongan. Pero la escuela, concretamente la maestra, también tiene un papel fundamental en la creación del nuevo autonocto del niño.
Es necesario que los docentes, se incluyan en el proceso de aprendizaje del niño de acogida, que tengan charlas tanto con la familia de acogida, como con el técnico, para que ambos estén conectados, y la maestra empatice con los comportamientos del menor, ya que, normalmente serán negativos,y se tendrá que tener una paciencia mayor con el alumno por toda la carga emocional que ha podido pasar anteriormente. Es necesario que se trabajen las emociones, la empatía y sobre todo las relaciones con sus iguales en la clase.
En conclusión, me ha parecido una charla enriquecedora en todos los aspectos, tanto personal como profesional, ya que yo personalmente, había oído hablar sobre las familias de acogida pero no sabía cómo funcionaban ni toda la labor que realizan, y me ha parecido increíble lo valientes que son, porque no todo el mundo está capacitado para poder ayudar a un menor, y mucho menos con toda “la mochila” que llevan a cuesta. Y también, considero que es una charla necesario para futuros docentes como es mi caso, aunque la mayoría decimos que empatizamos con estos casos, y que el docente tiene una gran labor, hasta que no te explica todas las consecuencias que puede tener una decisión u otra, como por ejemplo dejar a estos niños sin ir a una excursión por portarse mal, no puedes llegar a entender, o al menos yo, la repercusión que una decisión de este tipo, puede llegar a tener. Puesto que los primeros agentes que tiene el niño para crear su desarrollo, su autonomía y su identidad personal, es la familia y la escuela, por tanto, ambas tienen que conocer la situación de cada niño, incluido si se trata de un niño que está a cargo de una familia de acogida.
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