En esta entrada, relataré las conclusiones obtenidas después de haber visto y analizado el video “El cerebro automático: La magia del inconsciente”.
La idea principal es la gran importancia del inconsciente para el desarrollo de las actividades del cerebro. Esta función es la responsable de nuestra manera de actuar, del modo en el que percibimos los lugares a los que vamos, las personas a las que conocemos, entre otras cosas.
Todas las acciones que llevamos a cabo a diario son recibidas por nuestro cerebro incluso antes de que nos las planteemos “conscientemente”, ya que el cerebro es el primero en recibir nuestra voluntad de llevarlas a cabo. Gracias a esto, podemos realizar varias actividades a la vez, tales como caminar e ir hablando, o por ejemplo a la hora de conducir. Cuando realizamos esta acción, no estamos constantemente pensando en qué pie tenemos que mover ni en el movimiento del juego de pies que tenemos que realizar, sino que nos sale “automático”.
Nuestro inconsciente almacena constantemente información, sobre los lugares que visitamos, las personas con las que nos relacionamos, o la distribución de nuestra casa. Es por ello que cuando visitamos un lugar nuevo, nos encontramos con la dificultad de desenvolvernos de la misma manera, ya que nuestro cerebro no tiene almacenada ninguna información sobre ese lugar. En cambio, cuando caminamos por un lugar que conocemos de sobra, no sentimos la necesidad de ir pensando cuál es el camino que vamos a seguir para llegar a nuestro destino.
Lo mismo pasa en nuestro cerebro cuando nos relacionamos con alguien a quien no conocemos. En esos momentos, nuestro cerebro trata de crear una especie de ficha sobre esa persona, y trata de almacenar su rostro, sus acciones, expresiones etc.
Es por ello que, por ejemplo, cuando nos enamoramos, tendemos a hacerlo de personas en las que encontramos ciertas expresiones que conocemos porque son de alguna manera similares a nosotros: su nariz, sus ojos, su cara…
De la misma manera que tenemos un inconsciente, también tenemos el consciente. Lo utilizamos, por ejemplo, cuando queremos focalizar nuestra atención de un determinado objeto o de una acción, que queremos llevar a cabo de una manera más lógica. Es por ello que, por ejemplo, cuando asistimos a un espectáculo de magia, nuestra atención se ve desviada por el mago, con el objetivo de engañar a nuestro consciente y a nuestro inconsciente, por ejemplo tocando nuestras manos, haciéndonos mirar a otros sitios, haciendo gestos bruscos…
El consciente está relacionado con las experiencias de nuestro pasado, con nuestros recuerdos… mientras que el inconsciente se relaciona con el presente, con las acciones que queremos llevar a cabo en ese mismo momento, como puede ser elegir el desayuno, elegir la ropa que nos vamos a poner ese día, o dónde nos apetece ir. Es decir, acciones elegidas por nuestro cerebro.
El cerebro automático: El poder del inconsciente.
Este video es la continuación del documental comentado con anterioridad.
En él, se sigue resaltando la importancia de nuestro inconsciente y de la manera que tiene éste de dirigir nuestras acciones.
También se hace referencia a la relación existente entre el inconsciente y del consciente, así como de la intuición y de los efectos químicos que tienen las hormonas en nuestro cerebro.
Se podría decir que el consciente y el inconsciente se encuentran en una constante convivencia. Es decir, el consciente ha aprendido a vivir con el consciente, que es la parte más importante de nuestro cerebro.
Como ya se ha comentado con anterioridad, el inconsciente es el responsable de las acciones, gustos, relaciones… mientras que, por otro lado, el consciente se encarga de llevar a cabo acciones que requieren más lógica. Es por ello que, a la hora de realizar operaciones matemáticas, somos menos creativos.
También cabe resaltar la intuición, esa sensación que provoca nuestro cerebro cuando tenemos el presentimiento de que algo puede ir bien o mal. La intuición también viene controlada por el inconsciente, y es la que nos permite que tomemos decisiones en cuestión de milésimas.
Las hormonas, por otro lado, también juegan un papel muy importante en nuestro cerebro. Son las responsables de algunas de nuestras decisiones, como las de enamorarnos o enfadarnos con alguien. Dependiendo del estado anímico en el que nos encontremos, nuestro cuerpo originará una hormona u otra. Dicha hormona irá hasta nuestro cerebro y será la que responsable de las decisiones que tomemos.
Gracias a la visualización de este documental he podido aprender cómo se originan las decisiones importantes en nuestro cerebro.
Lo que más me ha llamado la atención ha sido conocer el funcionamiento de nuestro cerebro cuando nos enamoramos. Según el documental, el amor es como una droga para nuestro cuerpo, que incluso nos puede crear una especie de síndrome de abstinencia, ya que cuando nos enamoramos se segregan hormonas, lo mismo que pasa cuando consumimos alguna droga.
Definitivamente recomiendo la visualización de este documental a todos, ya que es muy interesante y puede aportarnos datos sobre nuestras decisiones de nuestra vida diaria que, por lo menos para mí, eran desconocidos.
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