Hoy, en esta entrada, se va a hablar sobre una conferencia que vino a darnos a la Facultad de Educación José Manuel López Nicolás, el pasado Viernes 24 de marzo, es docente en la Universidad de Murcia y se dedica a la divulgación científica (investigador) y sobre todo, a la biotecnología. Se presentó como Se describió como una persona que no cree en las seudociencias.
Para comenzar con la charla, distinguió los dos objetivos de la divulgación de la ciencia: contar a la sociedad los nuevos avances y denunciar el mal uso de esta.
José Manuel López ha publicado el libro que da nombre a esta charla “Vamos a contar mentiras”. Dónde habla más extensamente de lo que a continuación comento, sobre el mercado, las mentiras que no conocemos, y todo lo que hay detrás.
Primero, comenzó hablando de la industria cosmética, donde hacía referencia a los engaños de la publicidad para llamar la atención a los espectadores y consumidores del producto. Dándole mucha importancia a los mensajes que estas nos lanzan. Como son el mensaje del miedo a los productos, es decir, hacernos creer que en algunos productos hay ingredientes peligrosos, que sin embargo otros productos no lo tienen. Como por ejemplo la lactosa, la hacen ver como un ingrediente malo para que así se compre ingredientes sin lactosa.
Y por otro lado, el mensaje de efectividad de los productos, es decir, una crema rejuvenecedora de un producto sí es efectiva, pero si la llamamos crema antiedad no lo es, por ejemplo.
Hay mitos que son inciertos, como por ejemplo, que la gente no quiere los productos químicos. Esto nos lo contó el ponente, afirmando que los productos naturales no son mejores que los químicos ni viceversa. El principio activo y la concentración es lo importante a tener en cuenta, no si son naturales o químicos, que muchas personas, en las que yo me encuentro incluida creía en ese mito. Debido a estos mitos, la mayoría de productos pone ecológico porque los consumidores entendemos que si se trata de un producto ecológico, es mucho mejor que uno químico para así tener mayor cantidad de personas que compran este producto.
Por otro lado, el ponente, realizó comentarios para quitarnos de la cabeza algunos mitos que tenemos interiorizados, porque desde pequeños nos los han transmitido así. Como por ejemplo el de la lactosa, o el de los productos ecológicos comentados anteriormente.
Seguidamente habló de efsa, que es una empresa que se encarga de recoger la documentación de las empresas (evidencias científicas) y la bibliografía, para conocer si los productos cumplen lo que dicen. Hasta que no existió efsa, no había ninguna regulación en cuanto a la publicidad.
Cuando efsa se puso en funcionamiento de los 50.000 primeros productos solamente fueron aceptados 222, el resto no estaban avalados por ningún valor científico. Los ingredientes aprobados fueron las vitaminas y minerales.
Otro factor importante que destaco son los publicistas, los cuales quieren vender que su producto es el mejor, para ello, ponen ingredientes que la gente piense que son buenos y que les guste.Aunque otro producto lleve mejores o iguales características y sea más barato pero no se especifica tanto. Como por ejemplo, la vitamina B o el hierro, que siempre están con pastillas o con ayudantes energéticos, pero no propician que un simple zumo de naranja natural o unas lentejas, son más baratas y llevan más vitamina e hierro que unas vitaminas.
Otro aspecto que destaco es el nutricionismo que consiste en basar las propiedades de un producto en los ingredientes individuales que lleva. Eso es lo que nosotros como consumidores deberíamos de evaluar y tenerlo en cuenta, la totalidad del producto.
Respecto a esto, nos mostró herramientas para poder detectar engaños en los productos o en los simples mitos, como son:
- Entrar en la web de la efsa journal (observar los ingredientes que sirven)
- Acudir a las encuestas nacionales de ingesta dietética.
- Buscar una tabla de composición de alimentos (ver dónde puedo encontrar lo que necesito)
Uno de los errores de los consumidores, como bien destacó Juan Manuel, es echarle toda la culpa y responsabilidad de ser engañados a las empresas, porque no es así, ellos hacen su trabajo de la mejor manera que saben, nosotros debemos ser más inteligentes que ellos. Y con estos agentes podemos cambiar la actitud de responsabilidad:
- Las empresas
- La legislación europea (debe cambiar y prohibirse)
- La administración pública
- Los científicos (las universidades y centros de investigación debe tener cuidado a poner sus sellos en los productos, retirar de sus planes de estudio cualquier estudio de la homeopatía) ;
- Las fundaciones
- Los medios de comunicación
- Famosos
- Nosotros.
Para finalizar,concluyó dándole mucha importancia a la divulgación científica, para que nuestra sociedad esté basada en personas cultas y en el conocimiento y no nos engañen.
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